Un monitor curvo es más que un accesorio llamativo para complementar tu computador, pues su estructura innovadora tiene varios motivos para ser de esa forma, los que, aparte de lo estético, entran en el terreno de la salud.

Este tipo de display no es solamente un monitor para jugar o estudiar o trabajar: te ayuda a mantener tu vista en buenas condiciones, logrando que puedas disfrutar a plenitud de tu equipo sin que experimentes fatiga.

¿Por qué un monitor curvo beneficia la salud visual? Conoce 9 ventajas

Si buscas decidirte entre un monitor curvo o plano, esta información te será de ayuda.

1. Postura natural alineada con la curvatura del ojo

El ojo humano tiene una curvatura natural, así que un monitor curvo tiene la ventaja de que se adapta de una manera orgánica a su forma, dando una mayor comodidad visual al alinear el ángulo de visión con el globo ocular, haciendo la experiencia más agradable.

El radio de curvatura de este tipo de monitores inicia a partir de 1000R y llega hasta 3800R, siendo la primera una elección óptima para setups de un solo monitor (por corresponder a la percepción natural del ojo), y las de 3800R y 1800R las idóneas para configuraciones de más de un display.

2. Menor esfuerzo ocular por distancia focal constante

Como consecuencia de esa adaptabilidad de la curvatura del monitor con la curvatura del ojo, la distancia entre este y el display es uniforme, algo que no ocurre con los que son planos, en donde solamente un punto del globo ocular está cerca y el resto se encuentra más alejado de lo que se está observando. 

Gracias a eso, se reduce el esfuerzo para poder ver claramente los distintos elementos en pantalla, dando como resultado una mayor naturalidad visual.

3. Reducción de la fatiga ocular al evitar enfoques frecuentes

Del mismo modo, como hay claridad al ver cada cosa fácilmente en el display, hay menor necesidad de estar enfocando de manera constante, lo cual ocurre con monitores planos, en donde para ver áreas específicas, sobre todo las periféricas, hay que estar moviendo muy rápido los ojos, forzando de ese modo la vista y generando fatiga ocular.

Eso puede dar lugar a distintos malestares, que van desde resequedad en los ojos, hasta dolor de cabeza, sensibilidad a la luz y visión borrosa.

4. Disminución de la distorsión de la imagen con un monitor curvo

Debido a que el ojo humano se enfoca de manera específica justo al frente de lo que ve, porque en cierto modo lo tiene más cerca, aquello que se encuentra en el campo de visión periférica no es capaz de apreciarlo tan a detalle. 

Esto en el caso de los monitores planos crea distorsión, al ser imposible apreciar de igual forma lo que sucede en los bordes que lo que sucede al centro, pero un monitor gamer curvo ofrece una perspectiva cercana incluso en la parte periférica, reduciendo la distorsión y aumentando la nitidez.

5. Mayor campo de visión sin mover la cabeza

Es precisamente gracias a la curvatura de estos displays y que no tienes que forzar los ojos para que vayan de borde a borde, que no hay necesidad de que constantemente tengas que estar moviendo tu cabeza, pues el campo de visión es amplio, claro y adaptable.

De este modo se evitan dolores cervicales por movimientos que son repetitivos, o por tener una mala postura. Lo que es ideal si estás buscando un monitor gamer.

6. Menos reflejos y brillos molestos

Gracias a su diseño curvo, este tipo de monitores evita que las fuentes de luz externas se reflejen en su superficie, algo que puede resultar muy molesto al estar consumiendo contenido con baja iluminación o jugando títulos que no hacen un manejo alto de colores.

Entonces la experiencia que brindan es más cómoda visualmente, y con menos distracciones generadas por esos reflejos que hay provenientes de ventanas o luces a la distancia.

7. Experiencia de visualización más inmersiva

Un monitor para jugar con estructura curva tiene como uno de sus ejes principales el acoplamiento a la percepción visual, gracias a lo cual logra imitar la forma en la que se interpreta el mundo real.

Dicha percepción es la capacidad del cerebro para comprender la información que captan los ojos, y eso le permite comprender su entorno, por lo cual un dispositivo de estos genera una experiencia que se siente más inmersiva.

8. Beneficios ergonómicos a largo plazo 

Gracias a las características nativas de los monitores curvos ya mencionadas, como que permiten dar una imagen más natural y ajustarse a la forma del ojo, haciendo que perciba todo a la vez sin tener que moverse constantemente para enfocar, estos periféricos promueven el tener una mejor postura y, como decíamos, menor fatiga visual.

Estos son beneficios que se notan a largo plazo, con la ausencia de malestares o síntomas como un cansancio gradual en los ojos o la tensión en la parte del cuello.

9. Mayor comodidad en sesiones prolongadas

Todo lo que se ha mencionado hasta ahora que tiene que ver con la adaptabilidad, flexibilidad y presentación de contenido visual, emulando la manera en la que se percibe de forma natural, además de la prevención de malestares a futuro, da como resultado que pueda haber sesiones más largas frente al computador, sin que exista problema por ello.

De este modo puedes tener un mayor tiempo de juego o de consumo multimedia, sin que te preocupes ni tu cuerpo se vea afectado.

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Los beneficios de este tipo de displays son muchos, así que si ya llevabas tiempo queriendo uno, ahora tienes aún más motivos para conseguir el tuyo.

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